Una nueva tecnología hace que los tumores cancerosos se autodestruyan
Una nueva tecnología desarrollada por investigadores de la Universidad de Zúrich permite al cuerpo producir agentes terapéuticos bajo demanda en el lugar exacto donde son necesarios. Esta innovación, por ejemplo, podría ser de muchísima utilidad a la hora de reducir los efectos secundarios de las terapias contra el cáncer. Y, además, podría convertirse en una solución para una mejor administración de las terapias relacionadas con la COVID-19 directamente en los pulmones.
Los
científicos han modificado el adenovirus, un virus
respiratorio común, para que actúe como una especie de caballo de Troya para
administrar genes para terapias contra el cáncer directamente en las células
tumorales.
A
diferencia de otras terapias, como la quimioterapia o la radioterapia, este método no dañaría las células
sanas normales. A su vez, una vez en el
interior de las células tumorales, los genes administrados servirían como modelo para los anticuerpos
terapéuticos, citocinas y otras sustancias de señalización, que son producidas por las propias células
cancerosas, de manera que actuarían eliminando los tumores de
adentro hacia afuera.
Para conseguirlo, los científicos engañaron al tumor para que se
eliminara a sí mismo mediante la producción de una serie de agentes anticancerígenos,
pero por sus propias células.
Con este sistema, que los científicos han bautizado con el nombre de
SHREAD, consiguieron que el propio tumor canceroso
produjera un anticuerpo contra el cáncer de mama clínicamente aprobado en la mama de un ratón.
Después de unos días, descubrieron que SHREAD había producido una mayor
cantidad de anticuerpos en el tumor, que cuando el fármaco era inyectado
directamente.
Pero sus efectos beneficiosos no quedaron ahí. Y es que, además, la concentración en el torrente sanguíneo y en otros tejidos
sanos donde podrían ocurrir efectos secundarios fue significativamente mejor tras el uso de este método.
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