TODO SOBRE LAS AUTOPSIAS
TODO SOBRE LAS AUTOPSIAS
La autopsia es el proceso que se realiza sobre el cuerpo de una persona fallecida para determinar las causas de su muerte. Los médicos que realizan las autopsias deben ser muy rigurosos y seguir un estricto protocolo para poder obtener resultados relevantes o válidos.
Diferenciamos dos tipos de autopsias: las autopsias clínicas, que son aquellas que se realizan para diagnosticar las causas exactas de un fallecimiento; y las autopsias forenses, que se realizan sobre víctimas de algún crimen, con el fin de encontrar alguna evidencia válida para la resolución de este mismo.
Las autopsias clínicas se suelen llevar a cabo en las morgues de los hospitales, mientras que las autopsias forenses se llevan a cabo en laboratorios especializados, por profesionales de la medicina forense. Otra diferencia entre este tipo de autopsias es que en las clínicas, se busca descubrir el fallo que hubo en el organismo del fallecido (infarto, muerte cerebral...) mientras que en las forenses se pretende descubrir cómo murió la víctima (asesinada, por suicidio...).
Lo primero que se hace en un de estas prácticas es que se analiza el cadáver de forma externa y se extraen los fluidos que se puedan encontrar. Después, se lava el cuerpo, que queda listo para ser revisado internamente. Los médicos no pueden empezar a abrir por donde quieran, sino que tienen que empezar por el pecho haciendo una incisión en forma de Y para analizar los órganos. Aquellos que tienen una forma o color anormal, son diseccionados y analizados con mayor profundidad. Más muestras de fluidos internos son tomadas para analizar. Por último, se pasa al cerebro, que se extrae completamente.
Al acabar la autopsia, todos los órganos se ponen en su sitio y se cierra el cuerpo para que este pueda ser enterrado; y se estudian las muestras y datos obtenidos con la finalidad de dar explicación a las muertes de las personas.
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