El Cáncer
El cáncer es un crecimiento celular maligno que se produce como resultado de un desarrollo, donde la multiplicación celular es incontrolable, originando células anormales o defectuosas, también denominado aplásicas, que tienden a infiltrarse, extenderse y metastatizar (diseminarse de una parte del cuerpo a otra), o invadir otros tejidos circundantes o distantes del organismo en el que se ha iniciado la enfermedad.
En todos los tejidos, excepto en el sistema nervioso de los adultos, las células mueren y se renuevan permanentemente. El cáncer se origina cuando las células aplásicas se dividen y crecen, en forma incontrolada, hasta formar un tumor. Es decir, que se desarrolla sin seguir el ritmo de reproducción habitual, volviéndose insensible a los mecanismos de control del organismo.
Al cabo de un tiempo estas células se desprenden del tumor y son transportadas a través de los conductos linfáticos hasta los ganglios. Durante este proceso muchas de ellas mueren, pero tarde o temprano, las que sobreviven forman un foco cancerígeno secundario en el ganglio donde se han alojado y luego mediante el torrente sanguíneo pueden llegar a diferentes órganos, como el hígado, los pulmones, el cerebro o los huesos, donde se generan nuevos focos cancerígenos.
Este proceso de creación de nuevos focos cancerígenos a partir de uno inicial recibe el nombre de metástasis.
El cáncer ha dejado de ser una enfermedad inevitablemente mortal gracias al desarrollo de ls ciencia médica. Y si bien sigue generando numerosos temores, con un diagnóstico precoz se puede lograr la curación.
Algunos síntomas de cáncer pueden ser:
- Cáncer de boca y garganta: ulceraciones que no cicatrizan, dolor de oídos, dificultad para tragar o masticar, pérdida de ajuste en las dentaduras postizas,
- Cáncer de esófago: dificultad progresiva para tragar, vómitos, pérdida de peso.
- Cáncer de estómago: dolor abdominal, vómito con y sin sangre, pérdida de peso, dificultad para hacer la digestión.
- Cáncer de intestino: sangre en las heces, cambios en el ritmo para defecar, tanto estreñimiento como diarrea, dolor abdominal.
- Cáncer de laringe: ronquera persistente, expectoración con sangre.
- Cáncer de mama: nódulos en el seno, retracción de la piel o del pezón, cambio en la forma del pecho, aumento de tamaño de los ganglios axilares.Cáncer de piel: heridas en la piel que no curan y sangra continuamente. Lunares que aumentan de tamaño o pican.
- Cáncer de próstata: dificultad progresiva para orinar, infecciones urinarias repetidas, sangre en la orina y frecuente dolor de espalda.
- Cáncer de pulmón: tos persistente, expectoración con sangre, dificultad respiratoria, dolor torácico y ronquera.
- Cáncer de útero y de cerviz: flujo vaginal anormal, perdidas de sangre fuera del periodo menstrual; tras la menopausia, sangrado vaginal, dolor pélvico.
- Cáncer de vejiga: sangre en la orina.
- Leucemia: cansancio, palidez, infecciones repetidas, dolor de garganta, hemorragias nasales o de las encías...
Algunos consejos:
- La importancia de un diagnostico precoz radica en que facilita la interrupción de la metástasis, e incluso la curación definitiva, si se logran localizar y extirpar o destruir los focos tumores primarios.
- Los tumores pueden ser benignos o malignos. Los benignos tienden a comprimir los tejidos sanos que los rodean, pero no penetran en el interior de los tejidos adyacentes ; en cambio, los tumores malignos crecen hacia el interior de los tejidos, invadiéndolos.
- La incidencia de los distintos tipos de cáncer varían notablemente según el sexo, la edad, el grupo étnico, la localización geográfica y los hábitos alimentarios, entre muchos otros factores. Por ejemplo, el cáncer de próstata tiene mucha mas incidencia en los países nórdicos que en Japón, pero sucede exactamente lo contrario en el cáncer de tipo oral.
- Las formas más frecuentes de presentación de la enfermedad entre los adultos son los cánceres de mama, colon, pulmón, útero, próstata y vejiga. La leucemia y los linfomas, son más comunes entre los niños y los jóvenes.
- La cirugía surge siendo la principal forma de tratamiento de esta enfermedad, aunque también se utilizan con éxito la radioterapia y la quimioterapia.
Estas pueden ser algunas señales de alarma de la aparición del Cáncer:
- Cambio en los hábitos de la defecación.
- Cambios en los hábitos urinarios.
- Úlceras que no cicatrizan.
- Hemorragias o flujos anormales.
- Aparición de bultos tanto en las mamas como en cualquier otro lugar del cuerpo.
- Dificultad al tragar.
- Cambio de aspecto evidente en una verruga o un lunar.
- Tos persistente.
- Ronquera persistente.
Siempre que se presente alguna de estas señales de alarma, deberá acudir a su médico. Piense que el cáncer diagnosticado a tiempo se puede curar y no dejar ninguna secuela.
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