CULTURA CIENTÍFICA B1A Y MEDIO AMBIENTE

Últimamente todos hemos escuchado hablar sobre las recientes amenazas del cambio climático pero, ¿habéis oído lo ocurrido con la medusa 'Cotylorhiza tuberculata'?. Esta es una especie de medusa, concretamente la mas abundante en el mar Mediterráneo. Tiene dos habilidades, la primera es que alterna la reproducción sexual con la asexual y su segunda habilidad es que realiza una simbiosis con microalgas que modulan los efectos negativos del descenso del PH. El CSIC, (Consejo Superior de Investigaciones Científicas)  ha hecho pruebas con esta especie y ha llegado a la conclusión de que esta medusa se va a poder expandir en los próximos años puesto que va a aguantar y resistir a las condiciones del cambio climático en su hábitat, el mar. Al realizar el experimento se prepararon tres situaciones a las que las medusas estuvieron sometidas, una con agua del Mediterráneo a una temperatura de 18º, otra a 24º y la máxima a 30º. A esta temperatura se le suman las variaciones en la acidez.

Cuando pensamos en un robot, normalmente se nos viene a la cabeza la imagen de un robot humanoide o un brazo robótico de una cadena de montaje, pero no solo son esos, también existen los micro-robots, robots de tamaño muy pequeño que no por eso tienen que ser menos útiles. En el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) han entendido esta idea, y han creado unos pequeños drones los cuales tienen el tamaño similar al de un insecto, incluyendo su resistencia y agilidad. Esto lo han hecho debido a que sus características los harían perfectos para labores de rescate como buscar supervivientes entre los escombros.   El mayor problema al que se enfrentó el equipo de Kevin Chen, del MIT, fue construir unos robots blandos con la misma o mayor capacidad que un dron rígido. Y no solo han conseguido eso, sino que han conseguido también imitar músculos para las potentes alas del robot, lo cual lo hace ligero y ágil en el aire. Esto también ha permitido alargar la vida útil del robot aumentando

  Una sonda espacial de la estadounidense NASA "tocó" el Sol por primera vez en la historia al volar a través de la atmósfera superior de este astro (la corona) y tomar muestras de partículas y campos magnéticos en ese lugar, ha informado este martes la agencia aeroespacial. Se trata de la primera ocasión en que una nave se adentra en las fronteras exteriores del Sol, donde la sonda Parker Solar Probe permaneció durante cinco horas. Imagen de Pixabay

 Si por estos días habéis visto un brillo en el cielo, no, no son OVNIS. Es el cometa Leonard, que ha visitado (aunque de muy lejos) nuestro planeta. Durante estos días (específicamente entre en 13 y el 16 de Diciembre), el cometa  Leonard ha podido ser visto desde España, aunque ha pasado a una distancia de 35 millones de kilómetros.  Este cometa, el cual es una masa de hielo, polvo y gas procedente de la nube de Oort (esto ya lo sabemos por que lo hemos estudiado) fué descubierto por  el estadounidense Gregory J. Leonard desde el Observatorio del Monte Lemmon, en Arizona, Estados Unidos. Fue descubierto el 3 de Enero de 2021, siendo el primer cometa descubierto en 2021. Como dato extra, este cometa, que gira alrededor del sol, tiene un perihelio (distancia mas corta entre el sol) de 0,61483 UA, aproximadamente 91.977.258,84 km, mientras que su afelio (distancia más larga entre el sol) es de 3 700 UA, que en kilómetros es  5,5351e+11, es decir, mucha distancia.        Imagen de @Slooh

La sonda DART (dardo) de la NASA viaja hacia el asteroide Dimorphos tras haber despegado en lo alto de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde la base Vandenberg de la Fuerza Espacial estadounidense, en California. Dentro de diez meses, la nave, del tamaño de una máquina de refrescos y 600 kilos de masa, se estrellará contra Dimorphos (una roca más grande que un campo de fútbol, que se encuentra a 11 millones de kilómetros) para intentar desviarla de su órbita. Se trata del primer ensayo de defensa planetaria contra asteroides, una misión conjunta de las agencias espaciales estadounidense y europea denominada AIDA (por Evaluación de Impacto y Desvío de Asteroide, en inglés). Imagen de Pixabay

Los problemas consecuentes del cambio climático no paran de crecer, y esto supone una importante amenaza. Para frenarlo, se están tratando de aplicar diversos tipos de energías y entre ellas la energía nuclear, la cuál está muy bien valorada, aunque ¿es la energía perfecta para frenarlo? Por un lado, es un buen camino a tomar si lo que se quiere es ser una fuente de energía limpia, ya que, además de ser confiable, permite trabajar de un modo seguro y eficiente, pudiendo evitar emitir grandes cantidades de CO2. Por otro lado, es algo arriesgado, y al no ser una fuente renovable, sus residuos son radiactivos y muy contaminantes para el medio ambiente y la salud, además de que pueden tardar muchos años en degradarse, lo que hace que deba estar muy vigilada y su gestión sea muy delicada. Como conclusión, cabe recalcar que es una muy buena salida para ralentizar de un modo casi inmediato el cambio climático, aunque por otra parte, deba de esta muy bien puesta en vigilancia, o como consecue